Yo trabajaba, hace 45 años, en el Banco de Sevilla, en la Plaza Nueva, en el terminal de datos de la quinta planta.
Ese fin de semana había pasado igual que éste, Constitución en sábado, el siete domingo, el día de la Inmaculada lunes, y a volver a trabajar el martes día nueve.
Por aquellos años, desayunaba, antes de entrar al banco, en un bar que regentaban unos jóvenes, en aquellos años, mayores que yo, sito en la calle Joaquín Guichot; ellos conocían mi afición por la música, sabían que, de vez en cuando cantaba por los Beatles, lo habíamos hablado muchas mañanas.
Cuando el nueve de diciembre entré en el bar a las 7:45, estaba la televisión puesta, y todos mirando; di los buenos días y los dueños me miraron y me dijeron:
-Sentimos tu disgusto.
Me cogieron de nuevo, no sabía, desconocía que sobre las 4:50 horas en España, las 22:50 del día 8 de diciembre en New York, habían acribillado a balazos a un ídolo mío de la música, John Lennon.
Con 40 años se fue de este mundo llevándose cientos de canciones, quizás, a las eternidades celestes.
¡Cuánto arte desperdiciado por la locura de Mark David Chapman!
¡Cuántas bellas melodías perdidas en las estrellas!
Hoy se cumplen 45 años de esa barbarie.
¿Qué hubiera pasado si hubiera seguido creando?
(Just like) starting over. (Como empezar de nuevo) Una de sus últimas creaciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario