Antes de la era de los móviles con cámara de fotos, yo circulaba por ahí, a veces, con una cámara de fotos pequeña.
En esa cámara plasmaba, o intentaba palmar, momentos de una vida, vida en familia, con compañeros, o con amigos.
Se hacían unas pocas del carrete de 36 fotos, y ahí se quedaban hasta otra ocasión.
Y así dos o más veces.
Cuando salía el número de la foto, por donde iba el carrete en negro, significaba que éste se había terminado, y había que llevarlo a revelar.
Y la sorpresa era la que te daban las fotos ignoradas.
Fotos que habías hecho, pero al no tener la solución de acción-reacción que tenemos hoy en día con los móviles, no recordabas ya que estaban plasmadas en el carrete.
¡Y eso te hacía una ilusión sin límites!
Aparecían en el sobre de "casamol" o de mi primo "Pepe el fotógrafo" imágenes que habías olvidado, que incluso que creías que no habían existido, pero ahí estaban.
Fotos ignoradas, y otras que te hubiera gustado más tarde, realmente ignorar.
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| Foto muy apropiada para unas Navidades, pero en Argentina. |

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