CONSEJOS.

Muchos y muchas somos muy partidarios de dar consejos, a nosotros nos han aconsejado mucho primero nuestros padres, después nuestros maestros, compañeros de trabajo, jefes, parejas y ya últimamente nuestros hijos e hijas.

Nosotros también hemos aconsejado a otros, y seguimos aconsejando con la coletilla tan repetida...

Te lo digo por experiencia, porque el diablo no sabe por demonio sino por viejo.

Y ya muchos hemos llegado a cierta edad que nos permitimos dar consejos.

Los consejos se han escuchado, unos se han seguido y otros se han obviado, pero lo cierto y verdad es que hay muchos que se repiten de padres a hijos.

Hay algunos y algunas que se han atrevido a dar consejos sin tener ni idea de lo que va la vida.

Hay un refrán popular que dice:

"Antes de aceptar un consejo, échale un vistazo a la vida del consejero."

Si alguien te aconseja sobre finanzas, mira si él es financieramente estable. Si habla de relaciones, mira su vida amorosa.

A veces, la persona que más ha sufrido o fallado puede dar el mejor consejo para evitar que cometas los mismos errores, como dice el refrán: "el que escucha consejo llega a viejo".

Busca que haya una congruencia entre lo que dice y cómo vive, aunque no siempre sea una regla estricta.

Un buen consejo puede venir de muchos lugares, incluso de alguien que no tiene una vida perfecta, pero que busca ayudar y compartir su aprendizaje.

Y siempre mantener el dicho del director general de Colón:

-Busque, compare, y si encuentra algo mejor...

¡Cómprelo!

Mal consejo para trabajar con ordenadores.