Los dirigentes que rigen los destinos del mundo tienen un magĂn bastante poco desarrollado.
Mientras mĂĄs grande y fuerte sea el paĂs, mĂĄs pequeño parece que tuvieran el magĂn.
Y claro, si el magĂn es menor, al igual que pasa en los colegios y universidades, el palo tiene que ser mayor, porque no tienen otra forma para estar por encima de los demĂĄs.
En este mundo de hoy en dĂa, con tantas pelĂculas, tantos anĂĄlisis, tantas experiencias que tenemos de todas las maldades que nos pueden acosar, no hay nadie con un magĂn un poco desarrollado que intente poner fin a esta debacle.
Por aquĂ, por nuestra tierra, el magĂn tambiĂ©n brilla por su ausencia; plĂ©yades y plĂ©yades de inĂștiles que no tienen, o no utilizan su magĂn, solo para tramar modos y formas de buscar beneficios en forma de votos a la hora de las elecciones, lo que implica mĂĄs poder y mĂĄs beneficios.
Utilizar el magĂn para hablar, consensuar, luchar en comĂșn, y tirar para adelante (con diferencias pero con trabajo en comĂșn) pocos y pocas, muy pocos y muy pocas.
Y tampoco hay muchos y muchas con el magĂn desarrollado para ello; habrĂĄ que hacer caso a PlatĂłn y admitir que la mejor forma de gobierno serĂa una "sofocracia" (gobierno de los sabios).
¿AlgĂșn sabio verĂa con buenos ojos una guerra?
MagĂn segĂșn la RAE:
-Ingenio, inteligencia, imaginaciĂłn.
No todos, no todas estĂĄn exentos de magĂn, pero...
Pues eso.
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