¡Hay que ver lo bonito que es el poder ser siempre una buena persona!
Pero es tan difícil.
Es difícil por una sucesión de motivos que voy a intentar determinar.
Desde que te levantas por la mañana te propones ser buena persona, pero...
Empiezas encontrándote en el bus a cafres, que aparte de no lavarse por la mañana para salir a la calle, pareciera que se hubieran levantado tomándose una infusión de arsénico, de veneno.
Llegas al trabajo intentando ser buena persona con los clientes y los compañeros pero recibes bofetadas por doquier, de algunos clientes por delante, del jefe por detrás, de los compañeros por los lados... y etc., etc., etc.
¿Ofú, cómo puede ser esto?
Y encima te sientes desamparado, has intentado ser buena persona durante todo el día, hasta que el sueño te rinde, pero has comprobado que no ha habido nadie que lo haya reconocido; no ha habido ninguna persona que se haya dado cuenta, que te haya dicho en algún momento: ¡Que buena gente eres!, aunque solo sea por cumplir.
Pero pese a quién pese, ser buena persona, aparte de ser una virtud que pocos tienen, te hace ser un poco más feliz.
¡Se siempre una buena persona, pero no pierdas el tiempo en demostrarlo!
Jackie Chan (Chang-Kong Sang), Hong Kong 1954.
Foto de mi amiga Juani Mora. |
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