Desde tiempos inmemoriales, cuando empezaba el curso, sobre mediados o finales de septiembre, empezaban los anuncios de las colecciones.
Yo, como cualquier hijo de vecino, tambiĂ©n caĂ en eso de coleccionar, sobre todo fascĂculos.
Hoy en dĂa hay colecciones de toda clase y gusto, por ejemplo:
En Salvat nos incitan a coleccionar: Grandes novelas de aventuras, camiones y autobuses, coches inolvidables, Mazinger Z, libros antiguos o soldados de toda Ăndole.
En Planeta de Agostini nos aconsejan: Cascos de Valentino Rossi, Star Wars naves y vehĂculos, masters del universo, camiones americanos (este se repite con Salvat), Marvel movies figurines, playmĂłbil profesiones, etc.
En colecciones La naciĂłn tenemos: Coches de lujo, super motos, Iron Maiden, DragĂłn Ball Z y un sinfĂn mĂĄs.
Hoy en dĂa con la capacidad que tiene el internet de encontrar todo lo que necesites, las colecciones, y lo digo por experiencia, al final solo se convierten en trastos para mover en un cambio de habitaciĂłn o en una mudanza.
Entonces...
¿Se puede todavĂa coleccionar?
Me remito a lo que Alexandro Lequio GarcĂa, le dijo a su madre Ana GarcĂa ObregĂłn, cuando ya sabĂa el pobre muchacho que no habrĂa vuelta atrĂĄs.
¡Colecciona momentos, no colecciones cosas!
Pues deberemos ir aprendiendo!
Foto de mi amiga: Juani Mora |
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