En esta puñetera vida se hace efectiva esta verdadera frase, salvo honrosas excepciones.
Cuando mĂĄs joven eres, mĂĄs vitalidad tienes, y hoy en dĂa tienes poco trabajo para encauzar tu energĂa, si mucho estudiar, mucha carrera, mucho deporte, mucho mĂĄster, pero lo que se dice trabajar, cada vez se trabaja menos, por las mĂĄquinas, por los robots, o mĂĄs tarde.
Si trabajas poco, tienes poco dinero para viajar, vacaciones, y comprarte ropa, zapatos, etc.
Y cuando tienes dinero, tienes menos fuerza para tanto viajar, ir de vacaciones, y no tienes talla para comprar la ropa que hoy se fabrica.
Cuando mĂĄs joven, tienes menos dinero para salir a comer o a cenar, salir de copas; pero cuando tienes dinero para todo eso, no puedes salir mucho por el cuidado de hijos, el trabajo; y cuando te liberas de todo, no puedes, o no debes beber ni comer de nada, o no puedes hacerlo con la pensiĂłn que te ha quedado.
Por lo que la vida se convierte de en un: quiero y no puedo, a un puedo y no quiero y terminando en un no puedo coño, y aunque quisiera, no puedo.
Cuando tienes verdaderamente tiempo para sentarte a leer y a disfrutar de un bonito libro, tus ojos no te lo permiten.
Cuando tienes verdaderamente tiempo para bailar apasionadamente, las rodillas, los tobillos, o la espalda no te lo permiten.
Eso mismo, cuando una cosa es cada vez mĂĄs, hay otra que es cada vez menos, y asĂ sucesivamente.
Eso si, salvo excepciones, solo he generalizado, juro que no estĂĄ sacado de ningĂșn discurso de ningĂșn polĂtico.
Foto de mi colecciĂłn particular. |
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