Muchos y muchas hemos padecido esta enfermedad de la que me indica escribir mi amigo Claudio.
La onicofagia, a la que considero una enfermedad, la he padecido desde la infancia; serĂĄ por el estrĂ©s, por los nervios, o por no poder estarse quietos. TambiĂ©n algĂșn hijo.
Puede ser muy perjudicial para la salud, sobre todo, para la boca y las manos, si bien se puede infectar todo el cuerpo.
Es una compulsiĂłn irresistible, que algunas veces arrasa con todo.
Procede de dos palabras griegas:
Onix (Uña)
Phagein (comer)
Por lo que onicofagia es literalmente: comerse las uñas.
La onicofagia, a la que considero una enfermedad, la he padecido desde la infancia; serĂĄ por el estrĂ©s, por los nervios, o por no poder estarse quietos. TambiĂ©n algĂșn hijo.
Puede ser muy perjudicial para la salud, sobre todo, para la boca y las manos, si bien se puede infectar todo el cuerpo.
Es una compulsiĂłn irresistible, que algunas veces arrasa con todo.
Procede de dos palabras griegas:
Onix (Uña)
Phagein (comer)
Por lo que onicofagia es literalmente: comerse las uñas.
¡Sigue mordiendo que vas a llegar hasta el codo!
Pero lo peor de todo, es que mi santa madre, en su afan para que dejara de comĂ©rmelas, me comprĂł una laca que se ponĂa en las uñas y que amargada si la degustabas.
Al final, terminé cogiéndole gusto a la "laquita" de los coxones.
Pero lo peor de todo, es que mi santa madre, en su afan para que dejara de comĂ©rmelas, me comprĂł una laca que se ponĂa en las uñas y que amargada si la degustabas.
Al final, terminé cogiéndole gusto a la "laquita" de los coxones.
Foto bajada de internet. |
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