Esto pasa ya de castaño oscuro, mĂĄs bien dirĂa que estĂĄ rozando el negro zaino, haciendo referencia al vocabulario taurino.
Ayer tarde me llama "uno" para hacerme una oferta de telefonĂa.
Lo primero que pregunta el tĂo es: ¿Es usted JosĂ© Manuel Bou Aguilar con el nombre y los dos apellidos rimbombantes.
Contesté como siempre para que no me puedan grabar un SI...
¿De parte de quiĂ©n?
Pues de una empresa de telefonĂa que sabe con quien tengo yo la telefonĂa, quĂ© tengo contratado y hasta cuĂĄnto pago.
¿QuiĂ©n vende con tanto esmero nuestros datos a terceros, y cuando beneficio obtienen por ello?
Recuerdo, cuando yo trabajaba en el banco, hace treinta años, si querĂamos hacer una campaña con llamadas, la hacĂamos a travĂ©s de la guĂa de telĂ©fono, y si la campaña era de empresas, sobre las pĂĄginas amarillas.
Ahora, lamentablemente, tus datos personales, mĂ©dicos y bancarios son un negocio para algunos del que tĂș no eres partĂcipe.
Menos legislar chorradas y mĂĄs legislar sobre cosas que realmente acucian al ciudadano de a pie.
Y tuvieron la desfachatez de vendernos que no nos iban a llamar tanto y a ciertas horas.
Pues nos llaman las veces que les sale de los colones y a la hora que les sale de los "oeufs".
Y encima le digo al maleducado que no me interesa y el interfecto me increpa diciéndome que si sé bien lo que estoy haciendo sin escucharle.
Al final, dando visos de falta de educaciĂłn, le colguĂ© la llamada, no tenĂa otra opciĂłn.
Foto extraĂda de la pĂĄgina de RTVE. |
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