No obligues a nadie a quererte, mejor oblígalo a irse. Quien insista en quedarse, es quien realmente te quiere. Siempre seremos para alguien, la persona correcta que conocieron en el momento equivocado.

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16 enero 2020

CONDENAS.

Últimamente llevamos demasiado tiempo pendientes de las noticias de los juzgados, incluso con reporteros a sus puertas a diario; no me extraña que estén todos colapsados, hasta la bola de expedientes, denuncias, juicios, sentencias, recursos, tribunal supremo, etc.,etc.,etc., y más etc.
Hay tanta falta de jueces y empleados en los juzgados como sobras de expedientes, muchas veces, una infracción que no tiene más salidas, se lleva dando vueltas años, y años, y muchos prescriben como hemos visto hace poco.
De acuerdo que los abogados tienen que ganarse su sustento, pero...
Cuando la gente no respeta la ley, cuando se la pasa por el forro de sus caprichos, cuando personas que matan salen de "finde" unos años después de su fechoría, cuando los atenuantes y la buena conducta son eximentes del cumplimiento de las condenas, cuando todo está mal, regular o es modificable, cuando en este país se acusa de algo y en otros países hacen caso omiso de las órdenes de detención, cuando no hay respeto, llegará el momento en que cada uno empezará a hacer lo que le venga en gana.
Y esto conllevará a que cada ciudadano intente hacer la justicia con su mano, y por ende, volver al lejano oeste, a la ley del más rápido.
La culpa de que esta sociedad sea tan desvergonzada se basa, como ya dije en otra ocasión, en que la gente no tiene ya miedo de nada; ni de la religión (el infierno, la condena eterna) ni a la justicia, o más bien a las condenas de la justicia.
Tim Robins, en la película "Cadena perpetua" de 1994 tenía condena de cadena perpetua por asesinar a su mujer.
Hace poco, alguien que mató a su pareja, después de cumplir los años correspondientes para poder salir con permiso, en el primero que tuvo, acabó con la vida de otra mujer.
No se cual podría ser la solución para todo este entramado, muchas veces burocrático, que es la justicia.
Hoy en día, ni la frase del otro día de mi querida Charo, tiene razón de ser:
"La peor condena es la consciencia" (Charo Durbán)
Pero ni eso, ya no tienen ni cargo de conciencia.

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