Esta frase, pero con cinco pies, es muy escuchada y dicha comúnmente, pero tiene un origen muy especial al que quiero hacer mención.
En primer lugar muchos dicen, o han dicho por desconocimiento del génesis de la frase, que el gato tenía cuatro pies; y buscarle el quinto pie, era para hacer ver que alguien estaba dando rodeos inútiles y tontos buscando la otra pata.
Pero el origen de esta sentencia es mucho más intelectual, y literalmente es "buscarle tres pies al gato".
Esta frase, si bien significa lo mismo, buscar una tercera "pata" al gato dando miles de rodeos, no se refiere literalmente a una pata de carne y hueso; sino, que según Cervantes, la tercera pata es una tercera sílaba en la palabra gato.
Por lo que buscar los tres pies al gato, según Cervantes, sería buscar: "una tercera sílaba a la palabra gato".
La fama de D. Miguel del Cervantes hizo que esta frase se hiciese "viral" aún interpretada o tergiversada según la cultura popular de la época, no olvidemos que estamos hablando de los siglos XVI-XVII.
A la sazón, ¡Le buscamos tantas veces los tres pies al gato!
Tanta vuelta, y la cosa siempre es más fácil de lo que la hacemos.
En casa, respeto a tus padres primero, a tu pareja después y por ende a tus hijos/as.
En el trabajo, producir para generar riqueza, compañerismo, y empresarios equitativos.
En la calle, educación procurando ayudar al necesitado.
En la gestión de un país: profesionalidad, verdad, honradez y dedicación a la gente.
En la religión: fe, esperanza y caridad.
Y en la vida misma:
"Amarás a tu prójimo como a tí mismo"
Y lo demás...
Lo demás no es ni más ni menos que buscarle los tres pies al gato, o las tres sílabas.
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