Un dĂa, en una de mis reflexiones me permitĂ valorar las cosas, no con dinero, sino con tiempo; el tiempo que necesitamos trabajar para ganar el dinero para comprar algo, por ejemplo: para comprar un paquete de tabaco algunos/as tienen que trabajar una hora o dos.
Pues con los donativos, los Ăłbolos, las donaciones, los regalos de Reyes, etc. realmente pasa lo mismo.
Debemos aprender a valorar las cosas comparĂĄndolas con lo que, a la persona que nos la cede, le cuesta en sĂ; o asĂ mismo, las cantidades con las que cuenta para hacerlo.
Quizå sea mås valiosa la aportación de dos euros en la prestación a la Cruz Roja de alguien que no tiene, que el gran donativo de Amancio Ortega, por muy necesario, no desdeñable y muy agradecido que deba ser o debamos estar, pero no se trata de eso.
Debemos aprender a valorar las cosas como son, cuĂĄnto realmente valen, y cuĂĄnto le cuesta al que se desprende de ellas para regalarlas o donarlas; y muy en especial el tiempo, con la salvedad en el tiempo, que mientras mĂĄs mayor vaya siendo una persona, mĂĄs valor tiene su tiempo porque le queda cada vez menos.
Como muestra de ello, me gustarĂa ofreceros un texto de nuevo testamento del evangelio de Lucas (21.1-4)
Los evangelios tienen mucho que leer y que comprender.
Pues con los donativos, los Ăłbolos, las donaciones, los regalos de Reyes, etc. realmente pasa lo mismo.
Debemos aprender a valorar las cosas comparĂĄndolas con lo que, a la persona que nos la cede, le cuesta en sĂ; o asĂ mismo, las cantidades con las que cuenta para hacerlo.
Quizå sea mås valiosa la aportación de dos euros en la prestación a la Cruz Roja de alguien que no tiene, que el gran donativo de Amancio Ortega, por muy necesario, no desdeñable y muy agradecido que deba ser o debamos estar, pero no se trata de eso.
Debemos aprender a valorar las cosas como son, cuĂĄnto realmente valen, y cuĂĄnto le cuesta al que se desprende de ellas para regalarlas o donarlas; y muy en especial el tiempo, con la salvedad en el tiempo, que mientras mĂĄs mayor vaya siendo una persona, mĂĄs valor tiene su tiempo porque le queda cada vez menos.
Como muestra de ello, me gustarĂa ofreceros un texto de nuevo testamento del evangelio de Lucas (21.1-4)
Los evangelios tienen mucho que leer y que comprender.
Dice asĂ:
Estando JesĂșs sentado delante del arca de la ofrenda, miraba cĂłmo el pueblo echaba dinero en el arca; muchos ricos echaban mucho.
Y vino una viuda pobre, y echĂł dos blancas, o sea un cuadrante (aprox. ocho cĂ©ntimos de euro de hoy en dĂa).
Entonces, llamando a sus discĂpulos, les dijo:
"De cierto os digo que esta viuda pobre echĂł mĂĄs que todos los que han echado en el arca; porque todos han echado de lo que les sobra, pero Ă©sta, en su pobreza, echĂł todo lo que tenĂa, todo su sustento".
El o la que quiera ver, que vea.
El o la que quiera ver, que vea.
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