La otra noche viendo una pelĂcula sobre la vida de Judy Garland, (1922-1969) conocida desde pequeña por su interpretaciĂłn del papel de Dorothy Gale en el maravillo Mago de Oz; actriz, cantante afamada y ademĂĄs madre de Liza Minnelli, tuve la suerte de escuchar una frase de la susodicha pelĂcula que me ha dado mucho que pensar.
Tanto, que aĂșn sigo pensando, y sĂ, he encontrado explicaciĂłn, pero no me lo explico.
Siempre he creĂdo que a una persona se le juzga, se le valora, se le aprecia por lo mucho que ame, por lo bien que se porte con los demĂĄs, por su bondad, su bonhomĂa, su servicio.
Pero no, si bien todo ello serĂa suficiente para que se te juzgara bien, no es suficiente, porque ademĂĄs de ser honrado, en esta sociedad, hay que parecerlo; y parece ser que tiene mĂĄs valor el parecer honrado ante los demĂĄs, que realmente serlo.
Tanto, que aĂșn sigo pensando, y sĂ, he encontrado explicaciĂłn, pero no me lo explico.
Siempre he creĂdo que a una persona se le juzga, se le valora, se le aprecia por lo mucho que ame, por lo bien que se porte con los demĂĄs, por su bondad, su bonhomĂa, su servicio.
Pero no, si bien todo ello serĂa suficiente para que se te juzgara bien, no es suficiente, porque ademĂĄs de ser honrado, en esta sociedad, hay que parecerlo; y parece ser que tiene mĂĄs valor el parecer honrado ante los demĂĄs, que realmente serlo.
Me ha recordado esto cuando se colgaban las såbanas manchadas de sangre en el balcón después de una noche de bodas.
Ăltimamente podrĂamos aplicar toda esta reflexiĂłn a Quico, la Pantoja, los Rivera, banderilleros, chĂłferes, criadas, damas de compañĂa, esposa, amigos, y un largo etcĂ©tera de periodistas.
¿CĂłmo podemos juzgar a las personas?
¿DĂłnde acertamos al enjuiciar el comportamiento de los demĂĄs?
Ya dije un dĂa que aunque tĂș creas que estĂĄs haciendo el bien en cualquier gesto, en cualquier obra, con cualquier palabra, puedes hacer daño inconscientemente al de al lado, y no lo haces de mala fe, no lo haces por hacer daño, pero lo haces.
Por lo que la razĂłn de todo esto la lleva la frase de la pelĂcula de Oz y que transcribo literalmente.
"Your heart is not judged by how much you love, but by how much your peers love you."
Tu corazĂłn no se juzga por la mucho que tĂș ames, sino por lo mucho que te quieran tus semejantes. (Mago de Oz)
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