Esta palabra viene del latín (Gallicus) compuesta por (Galia=Francia) e (-icus=perteneciente a) la C pasa a G por fonética y desaparece la I, hasta el Gallgus y después galgo.
El (gallicus canis), can de la Galia, era como llamaban los romanos a los habitantes celtas de Francia y del norte de Italia, y de ahí viene lo de llamar a los franceses "galos".
Tengo buenos amigos que se dedican a la cría del galgo, pero del perro en sí, los que se dedican a la caza de liebres.
Pero la palabra galgo tiene también unos significados muy dispares además del de perro, por ejemplo:
- Ser goloso, aficionado a comer golosinas.
-Erupción parecida a la sarna.
-Piedra grande que rueda desde la montaña.
-Piedra redonda del molino de aceite.
-Hormiga amarilla que anda muy velozmente.
Por cierto, a algunos va a haber que echarle los galgos para que echen a correr, porque más que personas parecen roedores, que van destrozando todo lo que tocan, y lo que pueden rapiñar (o ratear) para llevarlo a su nido.
Son como una erupción parecida a la sarna que te va saliendo en el cuerpo cuando los ves en la televisión o los escuchas en la radio.
Además son una piedra grande, o de montaña o de molino que van machacando a todos los que están alrededor para quedar ellos por encima de todo.
Ahora bien, si alguna vez se nos cambian los cables, y decidimos echarlos, seguro que correrán más que esas hormigas color castaño claro llamadas: wasmannia aeropunctata.
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