MIRAR ATRÁS.

En esta vorágine en la que estamos inmersos llamada vida, deberíamos tener muchos momentos de hojas de libreta; hojas de libreta u hojas de bloc y un buen bolígrafo.

En esa hoja se debe de trazar una línea vertical sobre la mitad de la página y colocar un titular a cada lado, arriba, que diga en una parte:  A FAVOR, y en la otra columna: EN CONTRA.

Y analizar las cosas con el bolígrafo, no con el corazón.

Hay casos en los que se te puede venir el mundo abajo cuando hagas la resta y te dé el resultado; te puedes dar cuenta que lo mismo eres un aprovechado que se están aprovechando de tí, eres un imbécil o es imbécil con quien te encuentras. Es muy difícil sopesar los beneficios de una relación, de una decisión, de virar hacia un camino, pero hay instantes en los que es estrictamente necesario hacerlo.

Hay momentos en los que miras atrás y ni sabes lo que pasó., solo sabes, que desde que pasó, nada volvió a ser lo mismo; y quizás si hubieras cogido antes la libreta...

Pero como casi siempre ocurre, por lo menos a mí, lo mejor se te ocurre cuando ya pasó el tren.

De todas formas, volver la vista atrás es casi inútil, solo te debe servir para mirar el color, el tamaño y la forma de la piedra en la que tropezaste, para no incidir tropezando en una igual, y en algunas ocasiones...

Muchas veces las cosas que pasaron duelen, duelen muchísimo, incluso te seccionan parte de ti, pero no hay más remedio que pasar página y seguir adelante, procurando que la experiencia te sirva.

"Me pregunto: ¿Qué dolerá más?, la indiferencia de esa persona que alguna vez significó algo para ti, o el hecho de saber definitivamente que le diste un lugar tan importante en tu vida a alguien que nunca se lo mereció."

"Si no me has cuidado en mi presente, no esperes verme en tu futuro porque para entonces ya serás mi pasado."

"Siempre puedes ser feliz en algún lugar con alguien".

Como diría Sandro Giacobbe : "La vida es así, no la he inventado yo".

Foto extraída de la página: moodblue.com