La palabra "cotilla" es un diminutivo de el vocablo "cota"; "cota" terminó designando a los corsés que en épocas antiguas llevaban las mujeres entre sus prendas interiores. Cota que proviene del latín "Cauta" precavidos, avisados.
A mediados del siglo XIX existió la tía Cotilla, fanática antiliberal que llegó a matar por sus ideas radicales.
María Trinidad Cotilla estuvo al frente de una pandilla de ideas políticas absolutistas; tenía una red de chivatos, correveidiles y espías que la ponían al corriente de todo lo que quería saber, éstos eran denominados como "los cotillas", y de ahí pasó a nuestros días llamar cotillas a los que se quieren enterar de todo, dando lugar a los cotilleos.
María Trinidad Cotilla fue ejecutada en Madrid por sus crímenes.
Si en aquellos tiempos era una pequeña red "los cotillas", hoy en día son un verdadero ejército; y lo peor de todo, que aparte de físico es también cibernético.
El o los que cotillean de tí en el pueblo, los que lo hacen en la televisión cada día a la misma hora, el compañero que llama a otro para contarle las aventuras de un tercero, son una nimiedad comparados, por ejemplo el whatsApp; esta aplicación dice tener 2.000 millones de usuarios; facebook dice tener dos mil cuatrocientos millones, instagram mil millones, y así sucesivamente.
Esas aplicaciones junto con Google y demás motores de búsqueda si que son verdaderos "cotillas" del universo.
Así, que iba a hablar de los que se dedican a bichear a los demás por las redes sociales, a los que llenan de mierda política a los de partidos diferentes al suyo, de los que tienen cuenta en todas esas redes sociales pero que no dicen nunca ni mú; pero dada las apabullantes cifras de los "Cotillas" con mayúsculas, prefiero dejarlo para otro día.
Cotillas del universo, guardaros de entrar en un cotilleo porque lo más seguro es que salgais cotilleados, en otro orden de cosas, lo más normal del mundo.
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Foto extraída de la página: bbva.com |
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