El domingo asistí a la Función principal de instituto de mi hermandad; y cuando llegó la hora de las preces (peticiones que se hacen en la misa), se delinea una retahíla de petitorios muy parecidas a las de otras misas, incluyendo en este caso un par de ellas más.
Se oye a través de los micrófonos las correspondientes al día de la Función...
Por los pastores de la Iglesia para que sean iluminados y confortados en su servicio...
Roguemos al Señor.
Por los hermanos de esta Hermandad para que vivan siempre dando ejemplo de la entrega de Cristo y a los demás...
Roguemos al Señor.
Por nuestros hermanos difuntos, para que el Padre los acoja en su seno...
Roguemos al Señor.
Por los jóvenes, para que aumenten entre ellos los llamados a una entrega más radical al servicio de Cristo y de los hombres de hoy...
Roguemos al Señor.
Por los "gobernantes" para que busquen siempre el bien de los pueblos y de los hombres, a pesar de las dificultades.
Roguemos al Señor.
Para todas esas rogatorias, la contestación de los feligreses es: "Te rogamos óyenos", menos para la última, que debería de ser:
"Te rogamos óyenos Señor, te lo pedimos por caridad, te lo suplicamos ¡Oh Dios nuestro!, ya no podemos más, te lo deprecamos encarecidamente, imploramos por tu interseción, clamamos a tu providencia".
A ver si así, de esta forma, porque la normal parece que no vale, conseguimos algo.
Y si esto no cambia, roguemos al Señor urgentemente por nosotros, porque lo tendremos crudo.
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| Foto extraída de la página: pinterest.com |
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