Soy mucho de dar consejos, y tambiĂ©n de recibirlos; siempre he aconsejado a mis hijos, por el que yo he creĂdo que es el buen camino en la vida, pero seguramente, como en casi todo, me habrĂ© equivocado.
Siempre te equivocas, porque tĂș das el consejo basado en tu experiencia, en el transcurso de tu vida, y con las acciones de los que te rodean; nunca en la experiencia de otro, que vive otra vida, y que naturalmente estĂĄ rodeado de otras personas de las que estuviste tĂș en su momento.
Los consejos deben ser a mi entender de: concepto de vida, obviar la mentira, no ser cruel ni maligno, evitar en lo posible las envidias, hacer el bien sin mirar a quien, y comportarse con los demĂĄs como te gustarĂa que se comportaran contigo.
Y no mĂĄs, cada cual debe tomar sus propias decisiones, elegir sus caminos y decidir su vida.
Por mucho que aconsejes, no hagas esto o lo otro, no tires por aquĂ o por allĂ, no fumes, no bebas, no cojas el coche si has bebido algo, no tomes drogas, en fin, lo que nosotros creemos que es un buen "modus operandi" de vida; harĂĄn lo que tengan y quieran hacer porque son consejos de la vida nuestra, no de la vida de a quien aconsejamos.
Por lo que aconsejar siempre es bueno, pero no avasallar, y mucho menos apesadumbrar con consejos, la vida hay que vivirla, y a cada uno le aportarå experiencias para después poder dar consejos a los demås, si se dejan.
Pero hay alguien a quien no se debe aconsejar nunca, porque lo mĂĄs probable es que te mande a freĂr espĂĄrragos (por no decir que te mande a tomar por cu...), y es a la persona que necesita encarecidamente dinero, y te lo pide.
Dale el dinero, o no se lo des, pero nunca le brindes un consejo.
Siempre te equivocas, porque tĂș das el consejo basado en tu experiencia, en el transcurso de tu vida, y con las acciones de los que te rodean; nunca en la experiencia de otro, que vive otra vida, y que naturalmente estĂĄ rodeado de otras personas de las que estuviste tĂș en su momento.
Los consejos deben ser a mi entender de: concepto de vida, obviar la mentira, no ser cruel ni maligno, evitar en lo posible las envidias, hacer el bien sin mirar a quien, y comportarse con los demĂĄs como te gustarĂa que se comportaran contigo.
Y no mĂĄs, cada cual debe tomar sus propias decisiones, elegir sus caminos y decidir su vida.
Por mucho que aconsejes, no hagas esto o lo otro, no tires por aquĂ o por allĂ, no fumes, no bebas, no cojas el coche si has bebido algo, no tomes drogas, en fin, lo que nosotros creemos que es un buen "modus operandi" de vida; harĂĄn lo que tengan y quieran hacer porque son consejos de la vida nuestra, no de la vida de a quien aconsejamos.
Por lo que aconsejar siempre es bueno, pero no avasallar, y mucho menos apesadumbrar con consejos, la vida hay que vivirla, y a cada uno le aportarå experiencias para después poder dar consejos a los demås, si se dejan.
Pero hay alguien a quien no se debe aconsejar nunca, porque lo mĂĄs probable es que te mande a freĂr espĂĄrragos (por no decir que te mande a tomar por cu...), y es a la persona que necesita encarecidamente dinero, y te lo pide.
Dale el dinero, o no se lo des, pero nunca le brindes un consejo.
"No des nunca tu consejo a quien te pide dinero." CalderĂłn de la Barca. (Madrid 1600-1681)
Foto extraĂda de la pĂĄgina: tucuentofavorito.com |
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