Hay noches en las que el descanso brilla por su ausencia.
Hay madrugadas en las que nubes negras ensombrecen los sueños.
Hay amaneceres en soledad que añoran besos y abrazos.
Hay dĂas en los que no hay descanso, ni paz.
Y la paz es estrictamente necesaria, es el contrapunto a la guerra, a la destrucciĂłn, a la muerte.
Abro mi balcĂłn y suelto a mi imaginaria paloma blanca.
¡Vuela paloma, vuela!
Vuela alto para que no te alcance la miseria que nos domina. Vuela alto y lleva ese mensaje que te di para ella, para la paz. Vuela alto y guarda fuerzas porque ella, ella estĂĄ muy lejos. EstĂĄ tan lejos que ni yo se dĂłnde estĂĄ.
El mensaje que te di serĂĄ mejor que lo memorices, no vaya a ser que caiga en manos de algĂșn desalmado con alma de dictador, que no deseo, y sirva de escarnio para otras muchas mĂĄs personas.
¡Vuela alto paloma, vuela! Y desde lo mĂĄs alto del cielo vigila siempre mi sueño, nuestro sueño!
Mi descanso y mi paz siempre estarĂĄn en tus manos.
Hay madrugadas en las que nubes negras ensombrecen los sueños.
Hay amaneceres en soledad que añoran besos y abrazos.
Hay dĂas en los que no hay descanso, ni paz.
Y la paz es estrictamente necesaria, es el contrapunto a la guerra, a la destrucciĂłn, a la muerte.
Abro mi balcĂłn y suelto a mi imaginaria paloma blanca.
¡Vuela paloma, vuela!
Vuela alto para que no te alcance la miseria que nos domina. Vuela alto y lleva ese mensaje que te di para ella, para la paz. Vuela alto y guarda fuerzas porque ella, ella estĂĄ muy lejos. EstĂĄ tan lejos que ni yo se dĂłnde estĂĄ.
El mensaje que te di serĂĄ mejor que lo memorices, no vaya a ser que caiga en manos de algĂșn desalmado con alma de dictador, que no deseo, y sirva de escarnio para otras muchas mĂĄs personas.
¡Vuela alto paloma, vuela! Y desde lo mĂĄs alto del cielo vigila siempre mi sueño, nuestro sueño!
Mi descanso y mi paz siempre estarĂĄn en tus manos.
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