No obligues a nadie a quererte, mejor oblígalo a irse. Quien insista en quedarse, es quien realmente te quiere. Siempre seremos para alguien, la persona correcta que conocieron en el momento equivocado.

Seguidores

23 diciembre 2018

QUINTO MANDAMIENTO.

Cualquier niño, cualquier persona, en cualquier cultura, tú mismo; si cortas un trozo de carne, te lo introduces en la boca, lo masticas detenidamente y posteriormente te lo tragas, nadie podrá negar nunca que estás comiendo; puedes comer de dieta, con gula, con moderación, despacio; pero comer, comes.
Tampoco podrá nadie negar, que con una pelota, al tenis, al póquer, al ajedrez, con la vídeo consola, se juega; podrás hacerlo más tiempo, menos tiempo, estar enganchado o hacerlo esporádicamente; pero jugar, juegas.
Pues exactamente igual hay que decir de los que trasgreden el quinto mandamiento.
Lo pueden hacer en una guerra, en defensa propia, con frialdad, con alevosía, en venganza, por miedo, infringirlo a mujeres, a niños, a hombres y ancianos, con violencia de género o con cualquier género de violencia, borrachos, drogadas, enajenados temporalmente, o simplemente porque están así de envenenados o envenenadas.
Podrán tener atenuantes: de modo, forma, estado u ocasión; o también, agravantes por los mismo motivos, pero lo cierto y verdad es que matar, matan.
El nombre para aplicar a esta execrable práctica es "matar"; después la podemos, la pueden o la podrán apellidar cada uno como quiera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario