No es lo mismo dar cuerpo, dar de cuerpo y dar el cuerpo.
Dar cuerpo significa fortalecer, reforzar, enriquecer, ampliar; en suma un buena cosa, ahora lo otro...
Lo otro es un puro egoĂsmo.
Damos solo y exclusivamente lo que nuestro cuerpo no quiere; lo que nos sirve para limpiarnos, lo que no nos vale, lo que nos sobra, en suma, los desechos.
Porque, por ejemplo, donar sangre, en teorĂa serĂa tambiĂ©n dar de cuerpo; o parir, porque salen de nuestro cuerpo, pero no es lo mismo. ¿Verdad?
Esta acciĂłn escatolĂłgica se podrĂa aplicar tambiĂ©n a muchas cosas en la vida, damos de cuerpo a una pareja cuando nos sobra, damos de cuerpo a un amigo cuando no nos interesa, damos de cuerpo a socios polĂticos cuando ya no son necesarios, damos de cuerpo a los que nos ayudan cuando ya no los necesitamos.
En vez de eso, podrĂamos dar cuerpo a una relaciĂłn que se deteriora, dar cuerpo a una amistad que se aleja, dar cuerpo a los compañeros polĂticos con los que hemos estado codo con codo; y sobre todo dar cuerpo a los que en un momento de nuestra vida nos ayudaron; econĂłmicamente, moralmente, fĂsicamente o simplemente estuvieron con nosotros cuando realmente los necesitamos.
Y sobre todo, y los mĂĄs importante, lo mĂĄs esencial, lo mĂĄs necesario; demos el cuerpo, pero demos todo nuestro cuerpo literalmente, cuando entreguemos la cuchara, total para lo que va a servir. Eso serĂa, no dar de cuerpo, ni dar cuerpo, sino dar el cuerpo. AsĂ sea.
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