Hay un sinfín de momentos en la vida en los que tenemos que tomar decisiones; yo diría que continuamente; hoy en día, para cualquier cosa hay más de dos y tres caminos para tomar. Tienes tantas opciones...
En cuanto a comida, en cuanto a educación, en cuanto a parejas, en cuanto a trabajo. en cuanto a diversión, en cuanto a ocio, en cuanto a afinidades políticas, en cuanto a canales de televisión.
Hasta no hace mucho, había poco donde elegir entre comidas, ninguna opción en la que optar para la educación; no había capacidad de cambiar de pareja, de esposo, de esposa, cortito espectro para divertirse y mucho menos en optar a un tipo de afiliación política. Y en cuanto a canales de televisión hasta hace no mucho había uno y medio, la primera, y en algunos televisores, en una rosca de atrás, la segunda.
En el trabajo también hay que tomar muchas veces decisiones, dar a este cliente esto u otro, atender a esta de una forma u otra, o cejar en el empeño con aquel.
Incluso algunas veces te entran ganas de tomar la decisión de dar un cosqui a algún compañero o compañera que se toca literalmente las narices, y en lo referente a trabajar, trabajan poco.
Y al final, cuando definitivamente tomas una decisión, es cuando realmente comienzan las dudas; ¿Por qué...?
Pues porque la decisión que has tomado no ha sido la más idónea, porque te has equivocado, porque has tirado por un camino que creías de rosas y se ha tornado en espinos, porque no era por ahí, pero dada tu decisión te has visto abocado a transitar por ese pasaje.
Como decían las sevillanas de los Romeros de la Puebla: A veces, muchas veces, más de cuatro veces, todas las cosas no son lo que parecen.
Y entonces es cuando nos damos cuenta que hemos tomado la decisión equivocada.
"Las personas, al final, somos las decisiones que tomamos."
Y de eso no nos debe caber la menor duda, porque al final, tienes que amoldar tu vida a las decisiones que vas tomando durante ella.
Mi apoyo desde aquí a mis compañeros, sobre todo a los que se vean implicados en esa vorágine que es un ERE, y además no deseado. Espero que tengan lucidez en tomar sus decisiones; pero lo que si deseo fervientemente es que los que lo proponen tengan la capacidad de optar por la elección más adecuada. ¡Ojalá!
Foto extraída de la página: cepymenews.es |
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