Hay algunas imĂĄgenes en televisiĂłn, del dĂa que empiezan las rebajas, que no tienen precio, aunque estĂ©n en rebajas.
Se tiran de cabeza en los grandes almacenes para alcanzar algĂșn que otro "trapejo"; un producto que, lo mĂĄs probable estĂ© al mismo precio, y me explico.
Reprograman el precio del producto subiĂ©ndolo un 20% y pegan el precio nuevo en la etiqueta; despuĂ©s ponen el producto con un descuento por "rebajas" de 20%; y eso, no es ni mĂĄs ni menos que una leche "migĂĄ" (como decĂa mi padre que Dios tenga en su gloria)
Hay personas, que por comprar barato son capaces de comprar, hasta un water.
¡Es que estaba a mitad de precio, lo guardarĂ© por si se parte el mĂo!
Conozco a una persona, que tenĂa en su garaje, mĂĄs de cincuenta recambios de fregona, veinticinco recogedores de basura para la escoba, cincuenta botellas de lejĂa, tenedores, cucharas, cuchillos; en fin, una plĂ©yade de cosas inservibles, o no Ăștiles de primera necesidad que lo que hacĂan eran mermar el bolsillo, restar el espacio y agrandar enormemente los chismes.
Y chismes, y chismes, y mĂĄs chismes.
¿Y a los que se dedicaron a acumular papel higiĂ©nico al principio de esta pandemia a dĂłnde los colocamos?
Para aprovecharse bien de las rebajas serĂa necesario buscar y rebuscar lo que realmente nos haga falta, compararlo con anteriores compras, y si es cierto que ahorramos dinero, comprarlo. No comprar por comprar.
"Por ahorrar dinero la gente es capaz de comprar a cualquier precio y todo, menos lo que les hace falta. "
En vez de rebajar gastos, gastamos mĂĄs en las rebajas. Un sinsentido.
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