¿HabĂ©is visto lo humildes que son los super hĂ©roes?
Ninguno da la cara al pĂșblico, exceptuando Superman, aunque Ă©ste se disfraza poniĂ©ndose unas gafas y cambiĂĄndose la raya de lado (por Dios, como nos la han colado).
Pues como estaba diciendo, todos tienen una mĂĄscara que les cubre parte o la totalidad de la cara, y son conocidos solo por sus super poderes, no por su rostro.
En ella se escudan todos y todas para hacer todo tipo de heroicidades, y los malos todo tipo de tropelĂas, porque los malos tambiĂ©n se tapan la cara para no ser reconocidos.
Antes de todo esto, nuestros penitentes se tapaban la cara y lo siguen haciendo para que nadie pueda reconocer que estĂĄn haciendo un acto de sacrificio.
TambiĂ©n el verdugo, desde tiempos inmemoriales, desde antes de la edad media, se cubrĂa la cabeza con una capucha para que nadie pudiera ver quiĂ©n era el que ajusticiaba a los penados.
Los cacos que entran a robar en establecimientos pĂșblicos o en casas, llevan puesto todos una mĂĄscara o en su defecto un pasamontañas para no ser reconocidos por las cĂĄmaras de seguridad.
Incluso hoy en dĂa, algunos pasan desapercibidos con la simple mascarilla anti-covid, cosa que les viene muy bien para no tener que dar ni los buenos dĂas.
Todos pasan totalmente de incĂłgnito para la vista de los demĂĄs, ocultan su personalidad para poder tener una vida privada libre de fans, seguidores, fanĂĄticos o detractores.
Pero lo que mĂĄs gracia me ha hecho es una anĂ©cdota, que me cuentan, de la gran MarĂa JimĂ©nez (Triana-Sevilla 1950) contada en uno de sus pasos por televisiĂłn.
Le preguntaba el comentarista:
- Y usted se tapa las partes bajas cuando tiene que hacer las necesidad por el camino del RocĂo.
Y la contestaciĂłn genial:
No, yo me tapo la cabeza, por el "culete" no me va a reconocer nadie, por la cara sĂ.
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