TODA LA VIDA BATALLANDO.

El otro día, en una película, escuché una frase que me dejo perplejo.

¡Toda la vida batallando...!

Porque es verdad, porque nos llevamos toda una vida batallando, tenemos infinidad de recuerdos guardados: fotos, recuerdos de los padres e incluso de los abuelos, libros, premios..

En fin, una legión de cosas atesoradas a lo largo de los años.

Y después está la familia...

Años pendientes de los hijos, de la pareja, de los padres, e incluso de los abuelos; toda la vida batallando para intentar llevar lo mejor a casa, hacerlo lo mejor posible; preocupados, como la mayoría de las personas y dedicados a todos.

Y en el trabajo...

También batallando. Por ascender en la empresa, por labrarte un futuro para tí y para los tuyos, o para que tu negocio prospere y dé beneficios.

Y en los estudios...

Desde pequeño, estudiar, una carrera, o dos, y después buscar trabajo de lo que has estudiado, y otra vez batallando.

Y con la salud...

Batallando con enfermedades, unos más, otros menos; dolencias propias de la edad o herencia de la familia; dietas, privaciones, accidentes, todo lo que la vida conlleva.

Toda esa vida batallando, batallando para todo.

Así hasta que te mueres.

Toda la vida batallando para que al final, solo se pregunten, qué hacen con tus huesos.

Foto de una amiga.