Esta palabra proviene del latín "vetus" (viejo) y de ahí se pasa, también en latín a "veterinus" (especializado en animales de carga: mulos, burros, caballos).
Existía en latín otra denominación para la "ars veterinaria" la "Mulomedicina", es decir, veterinaria equina.
En castellano existe otro término para veterinario, que procede del árabe "البيان" (albaytar) pero con la etimología inicial de "ἱππίατρος" (hippiatros) médico de caballos.
Por lo que se deduce que la palabra veterinario, que hoy en día se refiere a:
Disciplina que se ocupa principalmente de prevenir y curar las enfermedades de los animales, así como de controlar los alimentos de origen animal, antiguamente, en el origen de la palabra, se dedicaba mucho más al mundo de los animales de carga.
La otra palabra del castellano, como he referido antes, es albéitar, que todavía se utiliza en algunas regiones del norte de España y con el mismo significado: veterinario.
Realmente no se cuántos ni cuántas deberíamos pasar a menudo por una consulta veterinaria, porque realmente tenemos muchos defectos y virtudes de los animales, además de realmente serlos.
Si los veterinarios hicieran algún curso de psicología, a lo mejor, solo a lo mejor, deberían de recibir a muchos humanos en sus consultas.
Foto de mi amiga Juani Mora. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario