EMOCIONES.

La voz "émotion" de donde proviene etimológicamente emoción, dimana del francés antiguo "motion" (movimiento); y éste directamente del latín "motio" (temblor, estremecimiento); por tanto, emoción, como indica su etimología se percibe como un movimiento, una sacudida, una convulsión.

Esos movimientos del alma pueden ser por cosas buenas o por cosas malas, depende de la circunstancias.

Depende de las circunstancias y de tu sistema emocional, aparte de lo que te vaya deparando la vida, familia, colegio, amigos, trabajo, etc.

También habría que diferenciar las repeticiones. 

No se siente la misma emoción la primera vez, que la segunda, o de la tercera.

Por ejemplo cuando eres padre no es lo mismo la primera vez.

Lo mismo que cuando ganas un gran "slam" o un oscar.

Son diferentes, pero no las mismas.

Estaba yo nervioso en la sala de espera de partos en el hospital Macarena a que naciera mi hijo Fran, y estaba comentando con otro padre, que estaba allí esperando con una mochila.

Yo estaba muy nervioso y emocionado, y le pregunto:

¿Llevas mucho esperando?

-No solo una hora, ahora en 15 minutos me llamarán para decirme que ha entrado en paritorio, y efectivamente así fue, y al rato me dice, en 20 minutos me llamarán y me dirán que ha tenido un niño y que ya puedo subir con la ropita del niño, y fueron solo 18 minutos.

Y le pregunto...

¿Coño que sabiduría tienes para saberlo todo?

- No amigo, sabiduría no, que es el quinto.

Pues eso.  

Una emoción puede tener el poder destructor de un rayo, o puede ser el suspiro más tranquilo y vivificador que un ser humano pueda experimentar. Nuestro cuerpo está acondicionado para sentir los dos tipos de reacciones. 

Foto de mi amiga Juani Mora.