Esta palabra, que hoy en dĂa significa un crac econĂłmico, segĂșn la RAE es:
Quiebra, falencia, ruina, insolvencia, fracaso, hundimiento, fiasco, desastre...
Pero esta palabra naciĂł con sangre en las calles de Barcelona.
En la Edad Media, los banqueros no trabajaban en oficinas elegantes. Usaban bancos, bancadas de madera instaladas en plena plaza del mercado.
Desde ahĂ, hacĂan prĂ©stamos, firmaban acuerdos y ofrecĂan crĂ©dito a comerciantes y viajeros.
Pero habĂa una regla tan estricta como escalofriante: si un banquero no podĂa devolver el dinero que debĂa... PAGABA CON SU VIDA.
En lugar de multas o prisiĂłn, el castigo era la decapitaciĂłn pĂșblica con un hacha. Y como sĂmbolo final de su desgracia, su banco, su bancada, era destruido a golpes con el mismo hacha delante de todos: "Se acabĂł, ¡Banca rota!
Asà literalmente, nació el término que usamos hoy para referirnos a una quiebra financiera.
Una escena dura, pero muy clara, en aquellos tiempos, manejar el dinero de otros era un compromiso de vida o muerte.
Hoy usamos la palabra "bancarrota" sin pensarlo dos veces, pero su origen nos recuerda cuĂĄn serio era fallar en el mundo del dinero medieval.
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Foto extraĂda de la pĂĄgina de Banco de España. |
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