No obligues a nadie a quererte, mejor oblĂ­galo a irse. Quien insista en quedarse, es quien realmente te quiere. Siempre seremos para alguien, la persona correcta que conocieron en el momento equivocado.

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01 mayo 2020

BOVARISMO.

Se entiende por "bovarismo" o sĂ­ndrome de Madame Bovary al estado de insatisfacciĂłn crĂłnica de una persona (especialmente en el campo afectivo o amoroso), producido por el contraste entre sus ilusiones y aspiraciones (a menudo desproporcionadas respecto a sus propias responsabilidades), y la realidad, que suele frustrarlas.
¿CuĂĄntos "bovarianos" hay en este mundo? Y no me refiero a la afectividad y al amor.
Te haces tantas ilusiones cuando confĂ­as en alguien o en algo, tienes tantas aspiraciones, ves la punta del negocio, el pico del Ă©xito, lo fĂĄcil que va a resultar ganar dinero, hacerte rico...
Y ¡paf!, te das cuenta, cuando te miras al espejo, que tienes toda la cara de Madame Bovary.
Pones tus ojos en una chica, o en un chico, haces por seducirla, intentas quedar con el, enamorarlo; haces todo lo posible por coincidir, sueñas con ilusiones vagas, y al final...
¡Paf!, otra vez la alargada sombra de la Madame.
Pones todo tu empeño en un trabajo o en un negocio con la esperanza de progresar, de ascender, con el anhelo de poder terminar tu vida laboral allí, dåndolo todo, o a veces, muchas veces, hasta mås de lo que puedes; y al final...
¡Paf! La dama aparece de nuevo por los rincones de tu puesto de trabajo o tu empresa.
Y si hablamos de lo que estĂĄ en boca de todos en estos dĂ­as, ni te cuento; no, no es el Covid-19, me refiero a los polĂ­ticos.
Hacen un pacto casi al día siguiente de las elecciones para formar un gobierno de coalición progresista, se buscan todo tipo de compromisos con todo tipo de partidos para alcanzar ese acuerdo; todo con perspectivas hacia cuatro años, y de pronto....
¡Paf! ¡Madame Bovary llega coronada de un virus!
No se, no tengo ni idea de cĂłmo va a acabar esto, si acaba; pero lo que si estoy seguro es que el sĂ­ndrome de la Bovary va a tener una sombra muy alargada entre todos nosotros.
Y si os habéis dado cuenta, no me he referido ni al campo amoroso ni al afectivo...
¡Ya lo que hacĂ­a falta! 
Aunque este campo, el amoroso y afectivo, tiene una frase que acumula todo el imperio de "la Bovary"...
"Es que no tengo quĂ­mica contigo."

Foto extraĂ­da de la pĂĄgina: Kobo.com



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