Perdona que te tutee, creo que con mi edad me lo puedo permitir:
El lunes tarde no pude ver tu cara, el dichoso virus y sus prevenciones oportunas hicieron que la mantuvieras oculta tras esa barrera de tela que te protege de los enfermos.
No pude tampoco observar tu sonrisa, que he supuesto suave, deliciosa; solo escuché tu voz... estaba tan atribulado por la situación, que fue como un sedante para mis nervios y mi tensión arterial maltrecha.
Con tus menudas manos supiste dar fin a ese dolor intenso y a ese derrame cuasi incontrolable que emergĂa de mis fosas nasales; eras la tercera que lo hacĂa en cinco dĂas, pero el trato, tu forma de hablar, y la seguridad ante la adversidad fueron muy diferentes.
Con una falta de medios reprochable, pero defendiendo a capa y espada tu situaciĂłn, y la mĂa, supiste hacer de este hombre, errante durante cinco dĂas por las urgencias y el centro de salud, una persona feliz.
¡Ves con quĂ© poco me conformo!
Eficacia y un poco de amabilidad, no pido mĂĄs; e incluso, en algunos otros momentos, solicitarĂa un poco de educaciĂłn, no es este tu caso ni mucho menos.
SĂ© que nos hacinamos a menudo en las salas de espera de las urgencias (no todos vamos o van por una urgencia), sĂ© que es difĂcil trabajar con falta de medios, sĂ© que tiene que ser duro reconocer a un paciente sin saber, aunque protegida, si es portador del maligno virus ese (no voy nombrar la cuerda en casa del ahorcado).
LleguĂ© bastante mal, con una hemorragia intensa y con el ĂĄnimo en "desescalada" completa, mĂĄs bien dirĂa que por la sima de la sima, pero lo Ășnico que tu traje de "super-blue-woman" me dejĂł ver de tĂ, fue suficiente para que la paz inundara mis sentidos.
Sabes que mis ojos ven mĂĄs bien poco, y como los tenĂa de llorosos, menos aĂșn; pero el color aguamarina de los iris que abrazan tus pupilas, traspasaron, como un haz de lĂĄser verde, las gafas protectoras y mis lĂĄgrimas para sedarme con tu tranquilidad.
Gracias por tu atenciĂłn, Paloma MartĂn, es un placer encontrarse con profesionales, y sobre todo, con personas como tĂș en esta profesiĂłn tan aplaudida por estas fechas, veremos a ver lo quĂ© dura.
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