Hay una serie de personas que determinan los nombres de las cosas, sobre todo para hacerlas inmensamente reproducidas, incurriendo en faltas de ortografĂa, y graves deslices en el lenguaje.
Por cierto, ya expliquĂ© el tema del lenguaje inclusivo, que por narices, y siendo incorrecto en la mayorĂa de sus aplicaciones, y que con el uso diario, con sus menciones, estĂĄn intentando hacerlo natural, hacerlo cotidiano. VĂ©ase por ejemplo el "na", de "na de na".
Por ejemplo: Todas las profesiones terminadas en "ente" no pueden tener diferenciaciĂłn de masculino y femenino, ya que "ente" (participio activo del verbo ser) denota la capacidad de una persona para ejercer la acciĂłn que determina el susodicho verbo; el o la presidente (que tiene capacidad para presidir); el tronco o la capilla ardiente (que tienen capacidad de arder); el o la estudiante (que tiene la capacidad de estudiar), y asĂ sucesivamente como dirĂan mis admirados goma-espuma.
Mi querido amigo y compañero Pedro, me habló el såbado del confinamiento, y yo añado la "desescalada" y me explico.
Confinar, proviene del latĂn medieval "confinĂĄre" = relegar y encerrar dentro de unos lĂmites. "con" = conjuntamente y "finis" = lĂmite, frontera; por lo que literalmente confinar serĂa: marcar una frontera conjunta; y como hemos podido comprobar en estos cincuenta y tantos dĂas, ni hay frontera, ni mucho menos es conjunta; ademĂĄs en la RAE indica que confinar significa...
1.- Desterrar a alguien señalåndole una residencia obligatoria.
2.- Recluir a algo o a alguien dentro de lĂmites.
Recluir, en cambio, obliga y exige a alguien a permanecer en un sitio o paraje, "encerrarse de una manera voluntaria en un lugar, por lo comĂșn apartado de la gente", o confinar.
La Ășnica diferencia es que el confinamiento es obligado, cosa que no ocurre en este caso, porque muchos hacen lo que le sala de las narices, y la reclusiĂłn puede ser voluntaria.
De la "desescalada" ni hablo, porque esa palabra no existe en la RAE como indica la foto de abajo. PodrĂamos utilizar: descenso, bajada, descendimiento o degradaciĂłn que serĂa lo mĂĄs correcto, hemos tenido una gradaciĂłn, y ahora una degradaciĂłn. Pero nunca "desescalada".
En fin, un lĂo, como todo lo que trae esta pandemia, lĂos y mĂĄs lĂos. ¿QuiĂ©n los desenredarĂĄ?
Toma de pantalla mĂa de la pĂĄgina de la RAE. |
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