Se acaban parte de las restricciones que hemos tenido estos casi dos meses, por lo que es conveniente que sigamos estas recomendaciones:
En vez de ofuscación, dame lucidez.
En vez de oscuridad, dame luz.
En vez de la mano, dame tu corazón.
En vez de un abrazo, dame un guiño de tus ojos.
En vez de enemistad, dame cariño.
En vez de bulos, dame buenas noticias verdaderas.
En vez de problemas, dame soluciones.
En vez de ser nocivo para los demás, sé saludable.
En vez de tristezas, inúndame de alegrías.
En vez de guapo/a, sé bello/a.
En vez de ser ineficaz, sé eficiente.
En vez de anti-virásicos; dame mascarillas, guantes y tests.
En vez de virus, dame vacunas.
En vez de sollozar por todo, ríete del mundo.
En vez de ser un compañero rastrero, sé un camarada colaborador.
En vez de ser desmoralizador, sé optimista.
En vez de ser un cobarde, sé un luchador.
En vez de rendirte, sigue adelante.
En vez de unas copas, tomemos unas palabras.
En vez de ser un capullo, se una flor.
En vez de llorar, suspira.
En vez de flores, mándame tu aroma.
En vez de críticas, dame soluciones.
En vez de suspirar, respira.
En vez de acercarte mucho, no dejes de verme.
En vez de morir en vida, vive hasta la muerte.
Ah, y por supuesto...
"En vez de un beso, dame una sonrisa". (Esta es de mi amigo Sebastian Herrera)
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