TRIUNFAR EN LA VIDA.

¡Ay, triunfar en la vida, qué difícil es eso, cuán improbable que alguien llegue a triunfar en la vida!

El triunfo es tan difícil , o por lo menos eso creemos, o creen los que no triunfan o no han triunfado nunca.

Me acuerdo, a la hora de escribir esta entrada, de mi hermano Eduardo.

Nunca fue capataz de un paso de palio, con la dificultad que ello conlleva, si bien estuvo al lado de un buen profesional nunca tuvo la responsabilidad de ser el primer espada.

El palio no era ni más ni menos que el de Nuestra Señora de Soledad de mi ciudad, Sanlúcar la Mayor, imagen muy querida y respetada en la localidad, y eso, añadía un plus de dificultad a la tarea.

Tenía un problema añadido, ya que al trabajar en una panadería, los horarios de trabajo eran diferentes a la mayoría de los ciudadanos, pero cuando las cosas se hacen por amor, y con la consciencia y la decisión de hacer las cosas bien...

Estaré siempre orgulloso de mi hermano y del maravilloso trabajo que él y su cuadrilla de costaleros y capataces hicieron para que todo saliera realmente bien.

¿Creéis que le resultó fácil la cuasi perfección?

¿Podréis pensar las horas y horas de trabajo, ensayo, medición de alturas, "igualás", estudio de marchas y un largo etcétera?

Pues todo en la vida es lo mismo, el triunfo fácil no existe, hace falta mucho trabajo, mucha dedicación, y mucha laboriosidad, a parte de las virtudes innatas que Dios le reparta a cada uno; o como decía Rafael de Paula de Morante de la Puebla, depende de las bolitas que el gran hacedor derrame en la cabeza de cada uno.

Si te propones una cosa, si quieres iniciar un negocio, si pretendes trabajar en algo determinado, si deseas triunfar en lo que te propongas siempre has de tener en cuenta que:

"Para cortar  bien un árbol, antes hay que afilar seis horas el hacha."

Sra. de la soledad, espléndida foto de A. Robledo de 2019