Ahora, en estas fechas, son unos momentos muy recomendados para explayarse con las faltas de empatía y de excederse con la falta de educación.
Lo mismo que no me importa a qué hora te levantas, tampoco me da lo más mínimo a la hora que te acuestas.
Me da lo mismo si a las 5:30 de la mañana estás en la calle porque vas a trabajar y te encuentras con tus compañeros o compañeras, como si a la misma hora vienes de parranda con tus amigotes, o amigotas.
Solo te pido que tengas un poco de empatía.
A esa hora hay gente que duerme, hay gente que intentan dormir, hay gente que reza para que el niño o la niña pequeños no se despierten, hay gente que se monta en una ambulancia para ir a que le realicen la diálisis, hay gente que está cuidando a un enfermo y también hay enfermos que pasan noches enteras despiertos.
La otra noche, sobre las tres de la madrugada había un grupo de amigotes y amigotas en la calle, con la puerta del coche abierta, despidiéndose después de una noche de juerga; literalmente pareciera que estuvieran en una caseta de la feria de mi pueblo, recientemente terminada, en la que como en otras ferias, terminamos roncos solo de hablar, porque tenemos que gritar ya que con la música tan estruendosa no se nos escucha.
En esa estaban los interfectos, cuasi gritando en la calle, cuando un vecino se asomó a la ventana e hizo el sonido característico de mandar silencio: ¡¡¡Shiiiiss!!
¿Sabéis el hijo de su madre, o la hija de su madre, que reacción tuvo?
Pues poner el codo en el claxon del coche pitando durante casi un minuto y medio.
¿Eso qué es lo que es?
Pues eso.
Solo les deseo una cosa, que después de pasar dos horas intentando dormir a un niño, cuando lo tengan dormido, pase por la calle una sirena (ambulancia o policía) y se los despierte, cuando ya hayan dormido media hora y hayan descabezado el sueño.
¡Desgraciados!
Foto extraída de facebook. |
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