Esta palabra se emplea siempre en plural, tal como se hacía en latín.
Viene del latín "ambages" que significa literalmente desvíos; y ya en latín y en sentido figurado: circunlocuciones o ambigüedades.
En la RAE española tiene los mismos significados que en latín:
- Rodeos de palabras o circunloquios.
- Rodeos o caminos intrincados, como los de un laberinto.
Yo añadiría un tercer significado, bastante significativo, que nos hace volar a la clase política, otra vez, ¿Por qué otra vez?
Porque la política nos enseña mucho.
Asiduamente los políticos de turno, unos más y otros menos, y sobre todo los más jóvenes, se entretienen, se escudan, se esconden, se ocultan, o pretenden esconder, escudar, u ocultar todos sus fallos y dejadeces con un sinfín de ambages, ambages muchas veces tan enrevesados que ni se entienden.
A cualquier pregunta directa, ambages; a cualquier aseveración, ambages; a cualquier inquirido, ambages.
Por cierto, algunos de los más mayores tienen bastantes menos ambages, será que con la edad se van perdiendo, tenga o no tengan razón, pero sin ambages.
Ahí está el Sr Revilla.
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Foto de mi amigo Manuel María Pérez Cano. |
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