Hay que amar siempre al prójimo, el prójimo debe ser siempre el destino de tu buen comportamiento.
Y dentro del prójimo se encuentran también los vecinos.
Hay vecinos de todos los tipos y comportamientos, lo mismo, que tú como vecino, te comportas de una forma u otra.
Recuerdo incluso a un vecino que se beneficiaba de la luz que pagaba el otro.
Dentro de la forma de trato al vecindario la única opción posible es la ley inversa del talión: No hagas a tu vecino lo que no quieres que tus vecinos te hagan a ti.
Pero está muy lejos de la realidad.
Sólo con tener un poco de empatía se solucionarían una cantidad ingente de problemas.
Tengo el coche aparcado en la puerta de casa y todos los días tiene un arañazo o golpe nuevo, van nueve, sólo hoy le han dejado un contacto para el arreglo, pero cuando he llamado me han contestado que la culpa era mía por tener el coche un poco subido en la acera, ¡Si es para que puedan salir mejor! En fin.
Los vecinos no son sólo los de tu calle, son los vecinos del barrio o del pueblo o del bloque de pisos, es en general.
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