Si no puedes decir lo que piensas, no podrĂĄs pensar lo que dices.
La palabra es tan importante que hoy en dĂa se torna en insulto o exabrupto, dando lugar a espectĂĄculos bochornosos de los que nos dirigen.
HabĂa por ahĂ, cuando yo era joven, un refranero cursi que elevaba refranes españoles de toda la vida a la cursilerĂa mĂĄs ridĂcula; como por ejemplo:
"A locuciones pronunciadas ignorantemente, trompa de Eustaquio en estado de reposo", que es lo mismo que decir...
"A palabras necias oĂdos sordos"
Pero como estĂĄ la cosa vamos a tener que modificar un poco el refrĂĄn:
"A palabras necias, apaga la televisiĂłn"
Creo que en la carrera polĂtica que han estudiado muchos de los polĂticos que, hoy en dĂa, nos dirigen, han faltado algunas de las asignaturas muy importantes para la buena marcha de la vida polĂtica:
El respeto lo primero, la honradez, la sinceridad, y el saber estar.
Después pueden hablar lo que quieran y con quién quieran, pero lo primero siempre serå el dar ejemplo.
Foto de mi amiga Juani Mora. |
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