No obligues a nadie a quererte, mejor oblígalo a irse. Quien insista en quedarse, es quien realmente te quiere. Siempre seremos para alguien, la persona correcta que conocieron en el momento equivocado.

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14 marzo 2024

SNOWBOARD.

Esta palabrita tan biensonante proviene directamente del inglés, por lo tanto es un anglicismo.
Un anglicismo que se podría dividir en dos palabras separadas para comprenderla mejor en castellano.
Snow (nieve) y board (tabla); o sea, tabla de nieve, y uniéndolas en una sola como la original:
"Tablanieve".
Claro está que este artefacto se utiliza ahora en que se va a la nieve a esquiar con frecuencia, pero cuando yo era un zagal eso no se estilaba, no se estilaba y tampoco, por lo menos en mi casa, se podía.
Y visto que la necesidad agiliza el ingenio, por aquellos tiempos, los niños, incluido yo, hacíamos deslizamientos en las calles empinadas (entre ellas la mía, la calle Lepanto) montados en una tabla que hoy llamaría "bushingboard"-
Y me preguntaréis que es una "bushingboard"...(Tabla de cojinetes)
Pues este artefacto era una tabla de madera de un tamaño más corto que el de una snowboard, pero unos dedos más ancha.
Esa tabla de madera tenía dos listones a lo ancho clavados a la tabla, uno delante y otro detrás; y en cada punta de cada listón, que se ponía redonda con una lima, se insertaba un cojinete bien engrasado.
Con esa tabla bajo la axila subíamos las calles cuesta arriba para tirarnos calle abajo después; pero con una salvedad, que los porrazos no eran sobre nieve blandita, sino contra el asfalto duro.
Incluso, los más pudientes, tenían un tornillo con tuerca que unía el listón de delante con la tabla y que permitía su giro como un manillar.
Era una época en la que había muchísimos menos coches.


Algo parecido a esta foto encontrada en la página Etsy era para mí una "bushingboard"



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