La libertad de expresión, esa por la que tanto se luchó en tiempos de Franco, supongo que ya, después de tantos años, se habrá conseguido.
Pero la libertad de expresión, como todas las libertades, debe de tener un límite, y ese límite está donde comienza la libertad de otro.
No nos podemos excusar en la libertad de expresión para burlarnos de las creencias de unos, de los hobbies de otros, de los pensamientos de aquellas, o de las opiniones de esas.
La expresión es: la representación con palabras o con otros signos externos de: un pensamiento, una idea, un sentimiento, etc.
Y tener una expresión libre no conlleva faltar al respeto a nadie, porque expresarse es emitir una opinión, nunca un juicio, ni mucho menos una burla o un bulo.
Siempre se dijo que la educación es un grado superior en el trato con los demás, por lo que antes de pedir libertad de expresión deberíamos tener libertad de educación.
Te puede no gustar, y decirlo: la derecha, la extrema derecha, la izquierda, la extrema izquierda, el centro; el catolicismo, el islam, el budismo; el Real Betis Balompié, el Sevilla F.C.; la pintura clásica, el cubismo, la pintura naif; The Beatles, the Rolling Stones, los Chunguitos o David Bisbal; en fin, una cosa es la diversidad de gustos y opiniones sobre ellos y otra muy diferente es el desprecio.
Solo con la cara se pueden expresar cosas: tristeza, llanto, sonrisa, sorpresa, risa, bostezo, olvido, pensativo/a, muchas cosas de las que uno o una son libres para expresarse.
Pero lamentablemente hay una cosa que coarta definitivamente la libertad de expresión, que la maniata y no la deja manifestarse, deja las facciones "acolapsadas" como diría Lopera, y eso es: EL BOTOX; ¿o no?, ¿coarta el botox la libertad de expresión de la cara o no?
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