Tengo un amigo/compañero que, de vez en cuando, me surte de palabras raras, poco escuchadas para que las desarrolle yo, supongo, y una de ellas es ésta.
Procusto, o mĂĄs bien "El SĂndrome de Procusto" es la incapacidad de reconocer la valĂa de otros; el miedo a ser superados personal o profesionalmente por otros, las envidias, y todo ello nos acarrea: tomar malas decisiones, eludir responsabilidades o frenar las ideas de aquellos que puedan dejarnos en evidencia.
En la mitologĂa griega Procusto "Î ÏÎżÎșÏÏ
ÏÏηÏ"(precario) era un bandido y posadero de Ătica o de las afueras de Eleusis. Se le consideraba hijo de PoseidĂłn y estuvo casado con Silea; y a veces se le catalogaba de gigante.
Procusto: era un pinta de mucha categorĂa, tenĂa su casa en las colinas donde ofrecĂa hospedaje a los viajeros, los invitaba a echarse en la cama, y una vez dormidos, los ataba y amordazaba; si el cuerpo era mĂĄs largo que la cama le cortaba lo que sobresalĂa (brazos y piernas); y si era mĂĄs corto lo descoyuntaba para que se amoldara a la largura de la cama.
El muy mamĂłn, al final tenĂa dos camas, una corta y otra larga, para que ningĂșn viandante cuadrara con ninguna de las camas; y al final, lo que pretendĂa, era prescindir de lo que sobresalĂa.
El nombre de este sĂĄdico denomina este sĂndrome detestable como mismamente era el titular del mismo.
Este nombre define a aquellos que, al verse superados por el talento de otros, deciden menospreciarlos. Incluso deshacerse de ellos. El miedo los lleva a vivir en una continua mediocridad, donde no avanzan ni dejan que otros lo hagan.
Si eres inferior, eres inferior y punto; normalmente algo tendrĂĄs en lo que destaques y de lo que puedas fardar, y no dando por saco a todos/as los que tienes alrededor.
No seamos "procustos".
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