Esta palabra proviene, cómo no, del latín "dissolutus" participio del verbo "dissolvere" (disolver, disipar).
Y en la RAE tenemos que disoluto significa:
Licencioso, entregado a los vicios, depravado, crápula, libertino, y un sinfín de sinónimos más.
Supongo que esta palabra lo único que tiene que ver con su etimología, disolver, disipar, como he dicho antes, será que un disoluto o una disoluta han disuelto o disipado hasta su último grano de vergüenza, de moral o de formalidad.
La nómina de disolutos y disolutas cada vez se incrementa más en nuestro país; y no me refiero como siempre a los políticos, como casi siempre; me refiero al ciudadano de a pie.
Hay una nueva pléyade de ciudadanos disolutos y disolutas que están anegando nuestra sociedad, disolutos y disolutas que ni trabajan, ni cotizan, ni aportan pero que si tienen para todo lo que se les encapricha.
Hoy en día, cualquier vicio es bueno, o no es tan malo, como el trabajo.
Y en un país, el tema de la economía es igual que el del agua.
Los pantanos se secarán y pasaremos sed, mucha sed, si no llueve (o pocos aportan), se gasta sin conocimiento (se derrocha el dinero a mansalva) y encima, se gasta el agua para lavar los coches (dinero dilapidado en cosas inútiles.)
Lo dicho.
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Foto de mi amiga Juani Mora. |
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