Siempre nos han concienciado y nos conciencian que debemos pisar fuerte en la vida, asentados, con los pies en la tierra; pero el pisar fuerte tiene varias connotaciones y algunas...
Tengo amigos grandes trabajadores, magníficos y magníficas profesionales que de un tiempo a esta parte sienten, notan, que los están pisando demasiado fuerte, pidiéndoles demasiado, cada día más; y son personas que han dado y dan mucho a su empresa.
Otros y otras aguantan demasiados pisotones para: conservar un matrimonio, una amistad, una relación con hijos e hijas, un puesto de trabajo; unos y otras soportan la pisada pesada que le infringen los gobernantes aprovechándose de su mansedumbre o su pacifismo para cada vez apretar más fuerte.
Algunos y algunas, hasta incluso no saben de dónde les viene el pisotón que los mantiene cara al suelo.
Todos tenemos un límite, incluso los que son pisados, mientras más fuerte sea la pisada, más intenta aguantar el cuerpo; pero cuidado, como los pisados exploten, se levanten y les agarren los pies, los pisadores tendrán que salir huyendo, les traerá cuenta.
Mas no creo que caiga esa breva.
Mas no creo que caiga esa breva.
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