No obligues a nadie a quererte, mejor oblígalo a irse. Quien insista en quedarse, es quien realmente te quiere. Siempre seremos para alguien, la persona correcta que conocieron en el momento equivocado.

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16 junio 2018

ERES DE ROBOTS.

Comencé a trabajar en la oficina principal del Banco de Sevilla en la  plaza nueva, hace mucho tiempo; había entonces doscientos y pico de empleados distribuidos en cinco plantas, al cabo de tres lustros el volumen de operaciones era zanjado por no más de diez.
En una factoría de coches, ni te cuento; el campo, tres cuartos de lo mismo; cualquier fábrica, cualquier negocio, las grandes superficies, en todos lados han ido sobrando empleados con la llegada de los ordenadores y más adelante de  los robots.
En el supermercado Alcampo, por ejemplo, hay por lo menos quince cajas, pues normalmente solo funcionan dos o tres; eso sí, hay otras tres de auto pago, por las que me niego a pasar; lo mismo sucede en Ikea, yo espero lo que tenga que esperar, pero las grandes superficies juegan con la falta generalizada de tiempo y las prisas acumuladas, y eso redunda en no querer esperar colas (por eso abren solo dos o tres cajas), y eso implica que vayas directamente a cobrarte tú mismo. Tú mismo te sirves la fruta, el pan, la chacina (todo ello sin carnet de manipulador), tú mismo te buscas las cosas, las llevas a la salida, te las cobras tú mismo, pagas por llevar la publicidad del supermercado en las bolsas, las guardas, y te las llevas.
En las gasolineras, en los bancos, en las carpinterías, hasta en algunas farmacias, donde pasan la receta y les sale por una caja, detrás del dependiente, la medicina de curso, prima el autoservicio para eliminar empleados y tener más ganancias.
Y cada vez necesitarán menos trabajadores, y cada vez tendrán más beneficios.
Si progresivamente hay más robots que hacen trabajos, si poco a poco somos más auto eficientes, habrá menos empleados con nómina y  habrá menos gente que tenga para gastar; por tanto habrá más pobreza y más diferencia de clases, hasta llegar a: los que dirigen a los ordenadores y los robots, y los que mendigan para subsistir; y acaecerá  el día en que todos, tanto unos como los otros, no tengamos otra opción para comer que: ordenadores, máquinas y robots.
Lo que mejor saben hacer los ordenadores, las máquinas y robots desde la revolución industrial es fabricar ERES y más ERES.
No se cual es la solución, porque el que gana cada vez más, no quiere ceder ni un gramo de beneficios(no como ha pasado en Suecia), y cada vez habrá menos sitios para trabajar cobrando un salario digno, y por ende, habrá menos consumidores porque no tendrán dinero para comprar; a ver donde se meten luego los robots, las máquinas y los ordenadores cuando no haya ya nadie a quien aplicarle un ERE.
Se avecina una revolución "desindustrial" que nos permita seguir viviendo.

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