No obligues a nadie a quererte, mejor oblígalo a irse. Quien insista en quedarse, es quien realmente te quiere. Siempre seremos para alguien, la persona correcta que conocieron en el momento equivocado.

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04 junio 2018

LLANTO BLANCO DE NUBES.

Las nubes lloran poco a poco con lágrimas nevadas durante toda tu vida; de pequeños, de jóvenes, la intensidad de tu melanina se sobrepone al sollozo de las nubes y pueden con el blanco de su nieve. Pero llega un momento en el que ésta se agota de golpe, y empieza a asomar debajo del color de tu pelo un tono gris que se va blanqueando con el paso de unos pocos sollozos más.
Unos antes y otros después descubren en su cabeza las lágrimas blancas, y eso significa que más que menos continúan vivos.
Es un verdadero placer contemplar, como me pasó esta mañana desayunando, a un hombre con toda la cabeza nevada, tomando el café despacio, disfrutando enormemente de ese aroma tan peculiar cafetero; leyendo el periódico, e incluso intentando completar el crucigrama, señal de que estaba en plenas facultades mentales.
Todo o toda el que tenga la dicha de mirar a su padre, o a su abuelo, con la cabeza blanca por el paso del tiempo, debe recrearse en esos momentos, conversar con ellos, aprovecharse de sus consejos y reírse con sus ocurrencias, antes que el maldito “virus” del alzheimer se aloje en su cerebro, o peor aún, que desaparezca de tu vida para siempre.
He echado hoy mucho de menos las canas de mi padre y de mi abuelo, aparte de tener poco pelo, la vida no les dio la oportunidad de que se tornara su cabello de color albino.
En las mujeres existen menos diferencias, por mor de las manos expertas de las o los que se dedican a hacerlas sentir más jóvenes, no podemos distinguir ese blanco que se esconde tras la máscara del gran mago  Farmatín, pero tampoco deberíamos desaprovechar el tiempo con ellas.
Ojalá nuestros hijos puedan hablar con nosotros admirando nuestras canas, sería una verdadera delicia.

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