Nada
más levantarte de mañana deben empezar tus sueños, sueños pequeños, pero
totalmente realizables.
Sueñas
con que tu pareja siga enamorada de ti, de la misma forma en la que estaba la
noche anterior cuando disfrutabais de la parte sexual del amor.
Sueñas
con que sea un día tranquilo en el trabajo, que salga todo bien y que no te
hagan demasiadas putadas tus jefes o compañeros.
Sueñas
con que a tus hijos les vaya genial en el cole, en su trabajo o en su vida
diaria.
Sueñas
con que tus mayores no tengan muchas dolencias y pasen el día lo mejor posible.
Sueñas
quizás, si por casualidad le compras un cupón al vendedor que se acerca cuando estás desayunando, que te pueda tocar el "cuponazo".
Sueñas
con darte uno o varios gustazos (como decían los grandes humoristas de Síndrome
Clown), quitarte los zapatos y estirar las piernas cuando llegas a casa, abrir
una cerveza helada o tomar una copa de buen vino despacio y tranquilo antes de
cenar, ver una buena película o tu programa preferido sin interrupciones.
Sueñas
que el Betis (no puedo remediarlo) ganará el partido del sábado o del domingo y se
meterá en puestos europeos.
Sueñas
en una velada tranquila después de la cena con una charla amena, y también
sueñas en poder dormir a pierna suelta durante toda la noche; y por supuesto,
sueñas en despertar por la mañana.
Lo
que puedas soñar durmiendo será para otro día.
Los
que sueñan de día, tienen consciencia de muchas cosas que se les escapan a los
que sueñan de noche.
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