Hoy quiero rendir un homenaje a mi pequeña y vieja radio, a esa cajetilla de cigarrillos (por el tamaño) sonora que me ameniza muchos días mis viajes en tren y en bus.
Hace unas semanas, al salir de quirófano, estaba con la vía cogida por donde introducían: calmantes, anti nauseas, antinflamatorios y morfina.
En un momento determinado la vía se salió de la vena y esparció los medicamentos intramuscularmente, claro está, me dolía bastante la operación, y llamé a la enfermera.
Comprobó que la vía estaba fuera y la volvió a coger con otro pinchazo, y dado lo que dolía me puso directamente en vena un "chute" con el cóctel de medicamentos.
El tema fue cuando quise dormir un poco, recuerdo que ponían en la tele: gran hermano; y lo último que vi fue a Kiko Rivera, pues cuando cerré los ojos, entró literalmente por la puerta de la habitación con el cuerpo del muñeco gigante de Michelín de la película "Caza fantasmas"; abrí los párpados angustiado sin creer lo que estaba viendo. Volví de nuevo a mirar la televisión y en esos momentos estaba el roquero Fortu, más de lo mismo, al cerrar los clisos, entraba por mi ventana Fortu, pero con los pelos de la monstruosa del inframundo, Medusa en forma de serpientes vivas.
De nuevo tuve que abrir los ojos acojonado por las alucinaciones que estaba teniendo a causa de la ración extra de morfina; dolor, la verdad es que no existía.
Tenía una necesidad de sueño brutal pero me daba terror intentarlo, en un momento de lucidez pedí mi pequeña radio que siempre viaja conmigo, me puse los auriculares y sintonicé una emisora, creo que estaban hablando de deportes, bajé los párpados y me quedé dormido.
Mi vieja radio se tragó para siempre mis alucinaciones y vino en mi ayuda en un momento delicado del postoperatorio.
¡Tantas noches me sirvió de somnífero antes de la llegada del radio reloj!
Gracias de nuevo vieja amiga.
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