Continuamente
nos quejamos que el de la bicicleta se mete por medio de la circulaciĂłn de los
coches, que las bicicletas circulan por donde han de andar los peatones; que si
no hay dinero para las pensiones y sanidad, y las culpas al anterior o al
posterior, pero Ă©sta es de todos, ninguno ha tenido la dignidad de rebajarse el
sueldo cuando un porcentaje elevadĂsimo de ciudadanos han tenido que aprender a
vivir con migajas.
Hay
una tĂ©cnica, “el pensamiento lateral” que es un mĂ©todo para resoluciĂłn de
problemas de manera imaginativa.
Ninguno
de los gobernantes, consejeros, asesores, o funcionarios “pudientes” ha
dedicado ni un minuto, ni un euro, ni un instante, ni in respiro de su vida a intentar ver los problemas
que nos acucian desde el pensamiento lateral, mirando la dificultad desde fuera,
como ciudadano comĂșn, sin los corsĂ©s de las directrices de un partido, sin el apego
a la poltrona donde se asienta y de la que vive realmente bien.
Se
me viene a la memoria la pelĂcula: “Dave,
presidente por un dĂa.” Protagonizada por Kevin Kline y dirigida por IvĂĄn
Reitman, una comedia en la que una persona que trabajaba buscando trabajo a los
demĂĄs es llamado para suplantar "legalmente" al Presidente de EEUU enfermo, hasta que los
grandes gerifaltes decidieran qué hacer con su sucesor.
Dave,
en el poco tiempo que estuvo ejerciendo de presidente, gobernĂł con un
pensamiento lateral propio del que tiene que buscar cada dĂa oportunidades para salir
adelante; y no creĂĄis que no le pusieron mil trabas.
Es
necesario que no nos creamos el ombligo del mundo en ninguno de los estratos
sociales en los que nos movamos, no todo ha de ser como nosotros lo veamos, hay
otra forma, otro modo, otra perspectiva que serĂa bueno tener siempre en cuenta.
“No es el ciervo
el que cruza la carretera, es la carretera la que cruza el bosque”
¿O
no?
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