No obligues a nadie a quererte, mejor oblígalo a irse. Quien insista en quedarse, es quien realmente te quiere. Siempre seremos para alguien, la persona correcta que conocieron en el momento equivocado.

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10 mayo 2019

SENSIBILIDAD.

Hoy en día en nuestra televisión, proliferan muchos programas de artistas noveles que buscan destacar en el mundo del espectáculo.
Desde "Tu cara no me suena todavía", hasta "Got talent"; desde " Gente joven" hasta "Operación triunfo"; "La Voz, la Voz Kids, o la Voz Senior".
Todos estos programas buscan gentes en el anonimato, que tienen la capacidad de  emocionar a las personas que los ven.
Pero hay un programa, que me ha llegado dentro; un programa en el que los jueces han llorado muchos días, antes de valorar a los chicos; jueces que en su infancia, a la hora de aprender, han pasado muchas vicisitudes; esos jueces se han emocionado enormemente con la actuación de los niños y niñas.
En tres vertientes del arte: Lírico (Ainhoa Arteta), Baile clásico (Nacho Duato) e interpretación de instrumentos (Andrés Salado), han pasado por el programa "Prodigios", presentado por Boris Izaguirre, una pléyade de pequeños artistas que han hecho las delicias de los jueces, y las de todos los tele-videntes.
Pero, lo que he querido destacar en grado sumo, es la sensibilidad que han demostrado los jueces e incluso el presentador, durante el concurso.
Las lágrimas de Nacho, los sollozos de Ainhoa, los ojos vidriosos de Andrés, y la sonrisa triste de Boris, me han llenado el alma de sensibilidad, una sensibilidad que es muy difícil que traspase el cristal o el plasma del televisor.
¡Ya hay que ser sensible para rezumar amor desde una cámara!, por ello mi reflexión de hoy es para ellos: Nacho, Ainhoa, Andrés y Boris; y enhorabuena grande para los regidores de RTVE por la idea. 

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