Me ha llamado la atenciĂłn una disertaciĂłn sobre esta palabra, a expensas de una sentencia de una dama sobre su ex marido:
¡No era lo
suficientemente macho!
SegĂșn el
diccionario de sinĂłnimos el hombre por lo visto no era del todo varĂłn ¿?, o no
era del todo hombre ¿?.
¿Tampoco
era buen mulo, o acémila, o semental, o padre, o verraco; y por descontado no
era muy varonil, ni muy masculino, ni muy valiente, ni muy bravucĂłn?; tampoco
era muy martillo (llamado popularmente "machota") o muy mazo.
En fin, si
ubicamos algunas de las calificaciones de arriba a los hombres, ufff...
Un hombre
debe ser el que afronta los problemas de frente (al igual que una hembra), un
hombre es el que se desvive por los que estĂĄn a su lado, el que trabaja
arduamente para llevar el pan a casa, el que respeta a su pareja, el que honra
a sus padres, el que educa en el buen camino a sus hijos, el que se comporta
con honor, el que siempre estĂĄ dispuesto para lo que necesiten las personas que
lo rodean; un hombre puede ser: mĂĄs o menos valiente, mĂĄs o menos varonil, mĂĄs
o menos semental, mĂĄs o menos bravucĂłn; pero ante todo, lo primero que tiene
que ser es: un hombre que se vista por los pies, como decĂan nuestros mayores.
Por
cierto...
Macho,
proviene del latĂn "masculos" que estĂĄ compuesta por
"mas-maris" (varĂłn) y el sufijo "ulus" que suele utilizarse
para conformar los diminutivos.
La
etimologĂa de las palabras es muy explĂcita algunas veces.
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