Se habló hasta la saciedad del control horario en los puestos de trabajo, hubo que introducirlo en todas, digo bien, todas las empresas antes del doce de mayo de 2019; ja, ja, ja, y otra vez ja.
No digo que no haya que tener a jóvenes que empiezan en trabajos, con una reducción del aporte a la seguridad social, están empezando, les queda vida por delante, pero hay casos sangrantes de hombres y mujeres ya mayores, con hijos, y más de diez años en la empresa, que trabajan más de ocho horas diarias y el empresario cotiza como si trabajara dos o tres horas.
¿Nadie se da cuenta que un negocio tiene tres o cuatro trabajadores contratados por dos o tres horas cada uno, y que con esas horas no sale el trabajo que genera las ventas la empresa diariamente?
¿No se dan cuenta que además de estafar al trabajador, estafan a la seguridad social, y por ende a hacienda?
Para cuadrar las cuentas de estas empresas si entre todos los trabajadores suman ocho o diez horas diarias, las ventas declaradas no deberán de superar ciertos importes, porque si no... (trincati con tomati)
En fin, un sinfín (y valga la redundancia) de formas y maneras de evadir aportar a las arcas del estado; pero pedir, por pedir que no quede.
Y si ya nos vamos a los que cobran ayudas para estar residiendo, o viajar a Madrid para ir al parlamento o al senado teniendo una o varias residencias en la capital, ni te cuento.
Hay una pléyade de listos en este país, hay una nómina de "enteradillos", de "enteraos", de sinvergüenzas en esta, nuestra España, que están copando todos los estratos sociales, llevando a los que cumplen fielmente con sus obligaciones de pago a la ruina.
Son tan listos que hasta la palabra "listos" que los define está acentuada para diferenciarla de los otros listos, los inteligentes.
Son listos con acento en la ese de "pssss" que nadie se entere.
Gif extraído de la página: carlosdoblado.com |
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